Estos días han
sido muy especiales, Dios nos ha bendecido grandemente; el día 22 no viajamos. Como dijimos en la entrada anterior la moto presentaba serios problemas en
su tren de arrastre y por tanto debíamos cambiarlo. Salimos a buscar
un taller especializado para la marca (Bajaj - Pulsar) y nuestra odisea empezó desde las 10:00 a.m, eran las 3:00 p.m y no encontrábamos nada, finalmente nos acercamos a un muchacho que se disponía a arrancar en su moto para preguntarle por almacenes de repuestos para motocicletas y
HO!! sorpresa nos dijo que trabajaba en un almacén de estos justo de la marca que buscábamos, muy amablemente se ofreció a llevarnos hasta la tienda en donde le realizaron el cambio respectivo.
HO!! sorpresa nos dijo que trabajaba en un almacén de estos justo de la marca que buscábamos, muy amablemente se ofreció a llevarnos hasta la tienda en donde le realizaron el cambio respectivo.
Mientras le realizaban los ajustes necesarios a la moto nos quedo tiempo para compartir nuestra aventura con los propietarios del almacén, una familia muy unida, amable, servicial y bendecida por Dios, quienes de manera desinteresada y sin mediar palabra nos abrieron las puertas de su casa no solamente para darnos alimentación y hospedaje sino para brindarnos su amistad sincera, de lo cual siempre estaremos agradecidos.
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